Es curioso el sentimiento surrealista. Dicen que hay que ver para creer, pero yo por mas que veo, aun no me lo creo, quizás por lo difícil que fue llegar ahí, como dice la canción “No fue un camino de rosas”, no solo durante el campeonato, donde después del primer partido aparecieron los fantasmas del pasado, sino que también en la historia de la roja en los mundiales.
El sentimiento de ayer y hoy es algo indescriptible, cuesta terminar de aterrizar lo que se vive, las sensaciones que aun provoca el ver gol de Iniesta, es increíble verlo miles de veces sin que aburra, ver a Iker levantar la copa, esa copa que no es cualquiera y que hasta ayer era algo para otros, para los de siempre esos que viven en el Olimpo del futbol mundial, los Alemania, Argentina, Brasil, Italia, etc.
Hoy es para España, el equipo que es, unanimente por toda la prensa, aclamada como la mejor del mundial y la del mejor futbol. Tardo en mostrar el completo repertorio de su juego, los rivales también juegan, pero sobre todo, no dejaron jugar (Alemania fue la excepción). Regresando a Madrid, fue increíble la manera en que se desbordo para recibir a su “Espartanos” como ellos mismos se hacen llamar, me hizo recordar a la bienvenida que daban en la antigua Roma cuando venían de conquistar tierras lejanas, en este caso Sudáfrica. Ahora queda disfrutar de este gran triunfo y atesorarlo por siempre como el gran logro que es. Y es que este logro fue como esa conquista amorosa que nunca se pudo que siempre era interrumpida por los factores externos o los propios, la que nunca se terminó dejar querer, que parecía a pesar de todo era inalcanzable pero que gracias a este gran grupo hoy descansa en tierras españolas, en los brazos de toda España.
El sentimiento de ayer y hoy es algo indescriptible, cuesta terminar de aterrizar lo que se vive, las sensaciones que aun provoca el ver gol de Iniesta, es increíble verlo miles de veces sin que aburra, ver a Iker levantar la copa, esa copa que no es cualquiera y que hasta ayer era algo para otros, para los de siempre esos que viven en el Olimpo del futbol mundial, los Alemania, Argentina, Brasil, Italia, etc.
Hoy es para España, el equipo que es, unanimente por toda la prensa, aclamada como la mejor del mundial y la del mejor futbol. Tardo en mostrar el completo repertorio de su juego, los rivales también juegan, pero sobre todo, no dejaron jugar (Alemania fue la excepción). Regresando a Madrid, fue increíble la manera en que se desbordo para recibir a su “Espartanos” como ellos mismos se hacen llamar, me hizo recordar a la bienvenida que daban en la antigua Roma cuando venían de conquistar tierras lejanas, en este caso Sudáfrica. Ahora queda disfrutar de este gran triunfo y atesorarlo por siempre como el gran logro que es. Y es que este logro fue como esa conquista amorosa que nunca se pudo que siempre era interrumpida por los factores externos o los propios, la que nunca se terminó dejar querer, que parecía a pesar de todo era inalcanzable pero que gracias a este gran grupo hoy descansa en tierras españolas, en los brazos de toda España.